Cuna del vino más original de España. Nuestra joya enológica mundial. El vino que sólo es posible al sur de los Despeñaperros. El que sitúa a nuestro país en el mapa vinícola. Muy bien, todo muy bonito, pero quizá no haya que decirlo tanto, porque parece una puñetera maldición. En España se bebe muy poco de este vino espectacular y eso es una tragedia vinícola que arrastramos durante décadas sin que se atisbe solución, aunque no por eso vamos a cejar en el empeño de que se conozcan y disfruten.
El suelo, el aire, la uva y el tratamiento en bodega de estos vinos (no en vano dicen que la bodega es el segundo terroir de Jerez), nos ofrecen unos vinos generosos en alcohol, pero también en aromas, matices y sabores que nunca antes habrás degustado si no los has probado.
Tampoco os vamos a engañar, son vinos complejos, no entran a la primera, ni quizás a la segunda, pero la persistencia merece la pena porque cuando llega ese momento de disfrutarlos, ya nada será lo mismo para tu paladar.
Su tipología compleja, y a veces rodeadas de misterio como el del Palo Cortado, tampoco ayudan al entendimiento de estos vinos lo que constituye otra barrera para su propagación.
Pero hay que hacer el intento y en eso estamos.
Os presentamos nuestro quinto podcast de “Dispersiones y buen vino” dedicado a los vinos de Jerez. Ojalá lo disfrutéis.
