Los blancos también son para el invierno. Nos atreveríamos a decir que en todas sus variedades y elaboraciones, pero en este reportaje vamos a centrarnos en aquellos que se han gestado en vientre de madera. Se trata de un tipo de elaboración que, sin ser nueva, no goza de la popularidad que le correspondería por los resultados que ofrece. Los franceses en esto también nos llevan algo de ventaja y sus blancos, de regiones como Chablis, han empezado a despertar también aquí el interés por esta vinificación. Eso si, en el rango de precio de los vinos que os proponemos hoy, entre diez y veinte euros, vais a encontrar muy poquitas cosas mejores más allá de los Pirineos.

Los fermentados en barrica son vinos versátiles que en la mesa tienen un amplio recorrido  para el maridaje y que en la copa potencian sabores y aportan matices propios. Todo gracias a que han realizado el proceso crucial de la fermentación entre tablas, como los grandes artistas del flamenco. Ojo, hablamos de fermentación, no de crianza. La crianza se refiere al envejecimiento del vino ya fermentado. Aquí nos retrotraemos al momento mismo en el que el mosto metamorfosea para convertirse en nuestra bebida favorita, lo que no quita para que después de fermentado, pase algunos meses envejeciendo también en barrica. Pero tened en cuenta que son cosas diferentes que influyen de manera distinta en el resultado final del vino.

Antes de entrar en materia os recordamos que los reconoceréis por su aromas ahumados y a fruta madura. Son vinos que, si renunciar a la frescura, hacen que en boca se nos impregne la madurez de la fruta que le da vigor, gracias a la untuosidad y cierta sensación grasa o cremosa. Se pueden tomar entre los 8 y 12 grados de temperatura. Su estructura es compleja y amplía las posibilidades de maridaje que ofrecen los vinos blancos fermentados en otro tipo de depósitos, pero también son muy adecuados para el placer de tomar una buena copa preferiblemente en buena compañía. Tienen capacidad de guarda, pero jóvenes tienen su gracia por esa combinación entre acidez y madera que los hace especiales de por sí.

Si vas acompañado a un restaurante con alguien que se aferra a los tintos, un blanco fermentado en barrica es una buena incitación a probar otras posibilidades. Por su untuosidad, su largo postgusto, por la matización de la acidez gracias a la fermentación maloláctica, son muy atractivos para los que van más allá del tinto para todo y del blanco fresquito.

Os proponemos cinco ejemplos de diferentes procedencias y elaborados con uvas distintas, que pueden ilustrar muy bien de lo que hablamos. Cinco vinos al alcance de todos los bolsillos que aportan algo nuevo a nuestros paladares.

Fermentados en Barrica

Fermentados en Barrica

 

Eresma Fermentado en Barrica

Eresma Fermentado en BarricaComenzamos nuestro recorrido en Rueda, alma mater de la Verdejo, con la que se elaboran los blancos más bebidos en nuestro país. Paramos en Olmedo (Valladolid) para degustar el vino que nos proponen en Eresma-La Soterraña, una de esas bodegas fundadas por la pasión de un grupo de amigos por hacer buen vino. Llevan 15 años elaborando, trabajando la Verdejo con respeto y pasión y sus vinos gozan ya de reconocimiento tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Su fermentado en barrica está hecho con Verdejos de viñas centenarias. Ha pasado 8 meses fermentando en barrica y después ha sido ensamblado en depósito con crianza en sus lías y finalmente ha pasado al menos 4 meses en botella. El resultado es un vino vigoroso, bien estructurado, pero sin perder frescura ni las características organolépticas de una Verdejo bien tratada. En la copa nos encontramos con un amarillo limón, intenso y con toques verdosos, sin perder la capa baja.  En nariz es una delicia aromática con notas propias de los blancos fermentados en barrica, algo de flores y recuerdos a fruta tropical. En boca es untuoso, algo graso y con su acidez domesticada por la madera que te deja un buen y largo postgusto. Tiene recorrido en botella, es decir, lo puedes guardar para más adelante, y el vino no hará más que progresar adecuadamente, como especifican las notas escolares de los niños. Tuvimos oportunidad de catar una añada anterior y damos fe de ello. Una visión distinta del Rueda clásico que merece mucho la pena probar.

Más información: https://bodegaslasoterrana.com/vino/eresma-fermentado-en-barrica/

 

Valenciso Fermentado en Barrica

Nos vamos hasta la Rioja Alta, famosa por sus tintos, si, pero con una trayectoria interesantísima en vinos blancos. Valenciso es una bodega fundada en 1998 que forma parte de Grandes Pagos de España. Todos sus pagos se cultivan en ecológico y practican una agricultura de bajo rendimiento en busca de la calidad y el respeto a la viña. Exportan más de la mitad de su producción, pero afortunadamente todavía podemos disfrutar en casa sus grandes vinos.

ValencisoEste Valenciso está elaborado con Viuras y Garnachas Blancas. La Viura es una uva que además de adaptarse muy bien a diferentes orografías, ofrece grandes posibilidades para la crianza en madera, cosa en la que son expertos en Rioja. Nos encontramos con un vino de capa baja, de manera que podríamos utilizar la copa como lupa de aumento para leer la letra pequeña de un contrato con trampa. De amarillo pajizo tiene toda la impresión de un jovenzuelo con muchas pretensiones que luego, como percibiremos en el paso por boca, cumple con creces. En nariz tiene esos aromas a fruta madura (pera, albaricoque), a los ahumados, a las esencias de panadería que aporta la fermentación en barrica. En boca es amplio, con una acidez presente pero matizada. Untuoso, redondo, te deja un postgusto largo y agradecido por contener una fruta tan bien tratada. Intuimos una capacidad de guarda larga y placentera. Es muy capaz de acompañar una comida con platos diversos. Lo hemos probado con unos pescados al horno, con sushi y con unas tapas de embutido de aperitivo y ha mostrado una versatilidad encomiable.

Más información: https://valenciso.com/es/vino-blanco/30-vino-blanco-75-cl.html

 

Las Moradas de San Martín, Albillo Real 2019

Las Moradas Albillo RealSan Martín de Valdeiglesias, en Madrid, siempre fue una localidad vinícola de gran prestigio por sus vinos potentes, de alta graduación, que eran apreciados por su longevidad. Su viticultura ha ido evolucionando y en la actualidad nos encontramos bodegas tan interesantes como Moradas de San Martín que cultivan unas Garnachas estupendas y también Albillo Real, la variedad blanca de la que hoy os hablamos.

En esta ocasión nos encontramos con un blanco bastante diferenciado por las características de la uva con la que se elabora. La Albillo Real es una variedad en plena recuperación y reivindicación en los vinos de Madrid. Son uvas que dan blancos peculiares, de acidez media y reconocibles por un toque amargo que los hace muy aptos para el maridaje. Este está muy bueno. Quizá se note menos en nariz el paso por barrica, y sin embargo en boca queda la untuosidad y la estructura de un vino que ha crecido en contacto con la madera. Además tiene un toque mineral, por los suelos graníticos de donde procede, que te hace salivar y anhelar el siguiente trago. Le va bien algo de oxigenación y cuando entras en su juego, es un vino delicioso; para maridar, como decíamos, pero también para disfrutar perfectamente en una copa. Un fermentado en barrica original si quieres sorprender con algo nuevo a tus amistades.

Más información: https://lasmoradasdesanmartin.es/vino/albillo-real-2019/

 

Enate Chardonnay

Enate ChardonnayEnate es una de las bodegas emblemáticas de los vinos de Somontano. Este año cumplen 30 años de andadura, en los que han consolidado vinos memorables. Apuestan por una mínima intervención, sin renunciar a los avances en enología. Tienen vinos de diversas variedades y se adaptan a lo que la tierra y la climatología ofrecen en cada añada. Una sabía decisión que nos proporciona a los consumidores vinos diferenciados en función de lo que la madre naturaleza nos depara en cada momento. Además apuestan por ese maridaje entre el vino y el arte que tanto nos interesa en Y Buen Vino.

Al principio de este recorrido aludíamos a la iniciativa de los franceses para este tipo de elaboración en los blancos, pues bien, aquí nos encontramos con la variedad que probablemente inspiró está manera de entender estos vinos, la Chardonnay, una uva todoterreno y quizás de las más apropiadas entre las variedades blancas para fermentar en barrica. Sus propiedades organolépticas quedan ensalzadas por el abrazo de la madera, pero no siempre se logra el estado de gracia que alcanza este Enate Chardonnay. Sus efluvios son una fiesta gracias a sus aromas poderosos a frutas tropicales, bollería, ahumados y también recuerdos a flores frescas. Podríamos pasar unas vacaciones enteras con la nariz metida en la copa. En boca es amplio, untuoso, y con un recorrido complejo y completo de sensaciones, que lo vuelve muy goloso. Mucho peligro en estos 750 cl, que funcionan con casi todo. Una joyita embotellada que ofrece grandes posibilidades de disfrute.

Más información: https://www.enate.es/tienda/chardonnay-fermentado-en-barrica/

 

José Pariente Fermentado en Barrica

José ParienteAcabamos donde empezamos, en Rueda, de la mano de José Pariente, una bodega familiar de tercera generación que ha logrado diferenciarse en una denominación tan concurrida. Su transición hacia la viticultura ecológica y su empeño por la innovación empiezan a ser justamente reconocidos. El buen trabajo tiene recompensa y nos encontramos con unos vinos bien valorados en copas y mesas.

Este fermentado en barrica contiene las esencias de esa elaboración de la Verdejo que ha encumbrado a la bodega, con un sutil toque de barrica. Y decimos sutil, porque quizás sea el fermentado en barrica menos apreciable de los de este reportaje, lo que le hace muy adecuado por si queréis ir probando este tipo de fermentación poco a poco. En esta ocasión el abrazo es más bien una caricia. Así, en nariz nos topamos con notas balsámicas, cítricas, pomelo. En boca es largo, algo untuoso, pero sin perder acidez respecto a los blancos de la casa. La madera afina, pero la apuesta por la frescura en este vino es muy clara. Si queremos apreciar un poco más los efectos de su proceso de fermentación, quizás hay que consumirlo por encima de los ocho grados. Tiene un toque amargo al final bastante lógico en esta vinificación, y que además deja intuir un buen proceso de guarda. Es un vino elegante, que bien puede servir de introducción a este apasionante mundo que aúna blancos y barricas.

Más información: https://josepariente.com/producto/jose-pariente-fermentado-en-barrica/

Hasta aquí este pequeño recorrido por estos grandes vinos que valen mucho más de lo que cuestan, y que nos introducen en una dimensión diferente y placentera en el mundo de los blancos. Afortunadamente esta es una pequeñísima muestra de los que podemos encontrar sobre esta manera de entender los vinos blancos y su relación con la madera, así que como en las mejores sagas, lo dejamos con un to be continued…