Una de las cosas buenas del mundo del vino es el inagotable catálogo de bodegas, variedades y elaboraciones que puedes disfrutar. No se nos ocurre nada mejor para gozar y aprender que probar y probar vinos. Pero a veces te topas con elaboradores tan buenos, que dan ganas de pasar un tiempo degustando sus propuestas. Esta es la sensación que hemos tenido con Leyenda del Páramo, una bodega en León con unos vinos notables.
Leyenda del Páramo está situada en Valdevimbre, 20 km al sur de León y nace con una premisa muy clara de elaborar con dos variedades autóctonas: Prieto Picudo y Albarin. La variedad tinta es la Prieto Picudo, denominada “prieto” por la concentración de uvas en sus racimos y «picudo» por la forma ovalada de las bayas; es una uva potente, que aporta color, acidez y tanicidad los vinos.
Los blancos los elaboran con Albarín, variedad de uvas pequeñas formadas en racimos cortos y, al contrario que la Prieto Picudo, poco compactos. Necesita ser macerada en frio de manera que aporta aromas cítricos y florares. Tiene una acidez equilibrada, un postgusto largo y ligeramente amargo. Todas esas característica aparecen en un vino de capa baja, que parece casi transparente.
Con estos mimbres, Leyenda del Páramo elaboran actualmente 14 vinos de calidad, diferenciados, pero respetando las características de las dos variedades de las que se sienten orgullosos y a las que están contribuyendo a recuperar. Lo hacen bajo la denominación de Vinos de Tierra de Castilla y León. Son vinos elaborados de manera ecológica, sostenible, con vocación internacional por su calidad y especifidad y además la bodega hace una apuesta por el enoturismo.
Repasamos los que hemos catado
El Aprendiz 2016 – 6 meses en barrica
Espectacular entrada de gama de los tintos de la bodega. Monovarietal de Prieto Picudo que ha pasado 6 meses por barrica y tiene una afinación asombrosa. Es un vino de capa alta, aparentemente denso pero que en boca es frutal y mucho más fresco de lo esperado. Aromas a frutos rojos, algo de madera y setas. Sus posibilidades de maridaje son amplias, pero esto con un plato de cuchara debe estar divino; o con una de esas tortillas guisadas que sirven en los restaurantes de las famosas cuevas de Valdevimbre. Una relación calidad precio difícilmente superable.
El Médico 2015 – 9 meses en barrica
El hermano del medio, entre el Aprendiz y el Músico. 9 meses en barrica conforma la identidad de un vino que no ha perdido acidez y que ha integrado la madera de un modo sutil, aunque perceptible. En nariz destacan sus notas especiadas, balsámicas y minerales, que dan la impresión de un vino fresco y vivo. Seguro que está divino con un guiso poderoso.
El Músico 2014 – 12 meses en barrica
La Prieto Picudo reposada durante un año en madera. Su madurez le imprime carácter y poderío. Es un vino amplio, que llena la boca, voluminoso, con sensación alcohólica que nos invita a degustarlo tranquilamente, sin prisa. Tiene notas a frutos, a tabaco, sin perder cierto toque fresco y balsámico. Preparad las carnes rojas para acompañarlo, no hará más que engrandecer vuestra jornada gastronómica.
El Aprendiz Blanco 2016
El vino que nos sedujo. Un vino de capa baja, casi transparente que encierra un buen puñado de características organolépticas muy interesantes. Ya en nariz muestra personalidad con aromas frutales: frutas blancas, de hueso y tropicales. En boca es seco, amplio, con una acidez presente pero controlada y un postgusto levemente amargo que conmina al maridaje y a la siguiente copa. La uva Albarín aporta diferenciación notable con los blancos imperantes en la zona y eso se agradece. Toda una incitación a tomar un blanco diferente que creemos que no va a defraudar. Hay que probarlo.
El Aprendiz Rosado 2019
El vino rosado tiene el equilibrio perfecto. La Prieto Picudo elude rosados piruleteros y este es un buen ejemplo de consistencia a la vez que frescura y características de un vino serio. Para elaborarlo utilizan la técnica ancestral del madreo, es decir, meten los racimos maduros enteros durante la fermentación, al igual que en la fermentación carbónica. Es aromático y con muchos matices en boca. Tiene un postgusto algo amargo, que facilita el maridaje y un equilibrio marca de la casa. Pedro González Mittelbrunn, Director General y Técnico de Leyenda del Páramo, sugiere como maridaje unas patatas a la importancia. Amén.
Picardías Blanco Dulce
Un vino diferenciado de la gama perteneciente a esa categoría de blancos de baja graduación, de sabor eminentemente dulce, pensados para ser consumidos frescos en casi cualquier situación. Elaborado con Verdejo de la zona, nos encontramos con un vino de tonalidades amarillas y verdosas, en nariz mucha fruta blanca, y en boca fresco, dulce, adictivo. Entra fenomenal, y es de agradecer cierta matización en el dulzor del vino, que lo hace respetuoso con sus pretensiones, pero con algún guiño para quienes preferimos vinos más secos, incluso cuando nos ponemos golosones.
Estos seis vinos dan idea del buen hacer de una bodega que apuesta por la calidad y la innovación en un contexto de recuperación de variedades autóctonas y legendarias. Su entrada de gama es brutal, no dejéis de probar esos aprendices que para nuestro gusto pecan de tener un nombre demasiado modesto para la sabiduría que contienen.
Más información: https://leyendadelparamo.es/