Amor y vino seguro que nos ayudan en el camino. El amor está en el aire, en la copa su elixir… En fin, podríamos seguir castigando al personal con rimas poco agraciadas, por ser generosos, y mal sonantes. Pero en estos casos es mejor recurrir a los grandes. Os dejamos algunas célebres estrofas que maridan amor y vino por si os sirven de inspiración en este San Valentín pandémico.  Disfrutadlas y no olvidéis brindar, por el amo o por lo que os plazca.

Amor mío, de pronto
tu cadera
es la curva colmada
de la copa,
tu pecho es el racimo,
la luz del alcohol tu cabellera,
las uvas tus pezones,
tu ombligo sello puro
estampado en tu vientre de vasija,
y tu amor la cascada
de vino inextinguible,
la claridad que cae en mis sentidos,
el esplendor terrestre de la vida.

PABLO NERUDA

 

TODO MÁS CLARO

Me haces falta
porque tú no te empiezas en las uvas
y acabas en delirio o en mentira.
Porque no eres el vino
en que unos hombres desenamorados
encuentran las palabras
de amor, las que le dicen
a un espectro de amiga descotada
en trescientos salones, de once a doce.
Embriaguez que tú inspiras es hermana
de balanza en el fiel o mediodía.

PEDRO SALINAS

 

¡TAMBIÉN YO SOY LA VID!

¡También yo soy la vid!
¡También yo soy el vino rojo que abrasa!
Y los labios que se unen a los pechos, bebiéndoselos.
Y las lenguas que se juntan en lumbre de eternidad.
Sobre la tierra que olvida los secretos de los muertos,
¡qué fuerza es la mía de vivir!

CARMEN CONDE

 

El vino rojo y dulce
de tu lengua,
el fluido
cegador de tus brazos,
y un cielo borrascoso
entre los dos,
El cielo
de la sed
que no acaba.

JUAN REJANO